TEXTOS

Textos

En esta sección es posible leer y descargar algunos textos breves escritos por Juancho Calvo.

Estos textos fueron publicados regularmente por la revista Verde Mente y, con la

 intención de aclarar e inspirar, en ellos se presentan asuntos importantes en la Vía del Zen.


Un paso al frente - Vivir solo el instante presente es el engaño para que te rindas. Nuestro vivir no es un vagabundeo, es una realización. Tiene una dirección. Se trata de ponerse en pie y caminar en esa dirección, asumiendo nuestra responsabilidad con el pasado, el presente y el futuro, con el día a día y con todo lo que nos rodea.


El Buddha - Mi Naturaleza Búdica es una fuerza esencial y dinámica que me constituye desde el origen.  Mi buscador no es un exterior buscando un interior sino más bien un interior buscando exteriorizarse. No soy yo el que busca al Buddha sino que es el Buddha el que me busca a mí. 


La importancia de Parar - Para experimentar la realidad tal y como es y experimentarme a mí mismo tal y como soy, y poder así estar en paz con la realidad y conmigo, el Zen lo tiene muy claro: no tengo que parar mi mente, tan solo tengo que pararme yo


Mente de Principiante - La tela infinita de donde surgen todos los vestidos de la existencia solo recibe cortes y tintes imaginarios en el taller de costura de nuestra ilusión. La mente del principiante nos muestra el camino hacia la experiencia de la Mente del Principio. 


Samsara y Nirvana - Ser humano no es un obstáculo, es una oportunidad y el Zen me invita a despegar todo el potencial de mi existencia humana. El Samsara es lo que impulsa mi humanidad hacia adelante, el Nirvana es mi humanidad alcanzando su más genuina realización


El Buddha interior - La Vía del Zen actualiza nuestro Buddha interno y se abre como un camino de realización para que no nos convirtamos en hombres de piedra y para que florezcamos con nuestro mayor potencial. El camino nos ayuda a mantener vivo el niño original que siempre palpita en nuestro corazón.


El Gran Descubrimiento - Buddha no fue un inventor, fue un descubridor. Se adentró en su propia geografía interior y descubrió un territorio inmenso, esencial y radiante, que ya era, pues así ocurre con el descubrimiento: aquello que se descubre Es siempre antes de que llegue el descubridor.  


Kinhin -  Con el kinhin practico otra forma de caminar en la vida: camino pero no voy a ningún sitio, solo camino. Y cuanto más practico el solo-caminar menos huyo de mi realidad y más me acerco a mí mismo, más practico encontrarme con lo que hay, con lo que soy a cada instante. 


La Sangha -   La comunidad espiritual germinada en el Zazen y enraizada en la tierra de lo cotidiano. El laboratorio ideal para experimentar con las palabras y las acciones lúcidas y cordiales, preñadas de la intención del despertar. Un experimento revolucionario de comunidad global.


La Gran Oportunidad -  Cuando aprecio mi nacimiento porque asumo que un día moriré y valoro plenamente el regalo de esta vida, el tiempo no se mide en segundos, días o semanas, sino en oportunidades para abrir los ojos y despertar, para dar el gran salto, amar, agradecer. 


La Mente en Paz -  Lo que nos limita no es el hábito de pensar constantemente sino el hábito de poner constantemente la atención en el pensar. En la meditación no hay que intentar dejar de pensar o parar el pensamiento. Meditar no es dejar la mente en blanco, meditar es dejar la mente en paz.  


Mujeres Resplandecientes -  Algunas mujeres escuchaban las palabras del Buddha y sus corazones resplandecían con tal fuerza que se rapaban la cabeza, se revelaban contra el sistema patriarcal y machista y abandonaban a sus maridos para adentrarse en el bosque a meditar. 


Samu -  El samu no es solo una actividad al servicio del zazen sino también una oportunidad inmejorable para ahondar en el espíritu del zazen, en la atención plena, la compasión, la concentración, el silencio, la unidad, la respiración, etc. No hay zen sin acción, no hay zen sin samu. 


Dokusan - El dokusan es un encuentro sincero, íntimo y directo entre el maestro y el practicante, una experiencia de claridad y de franqueza, sin rodeos ni escondites, con lo más real de mí mismo viéndome nítidamente reflejado en el espejo del Gran Legado del Zen. 


El Esfuerzo -  Muchos se inician en la práctica zen preparados para emprender un gran esfuerzo. Sin embargo, el camino del Zen propone precisamente el abandono de la tensión innecesaria. En el Zen nos entrenamos a soltar. Y a soltar no se aprende con esfuerzo, a soltar se aprende soltando. 


Zen y Política -  La transformación del mundo es muy importante, pero esta no puede darse de manera lúcida si lo que se pretende transformar no puede observarse de forma verdadera y completa, lo cual no puede suceder sin la transformación de uno mismo y de la propia mirada.


Share by: